EL ROSAL Y EL CARACOL.
Caminamos y vivimos como hormigas,
creyendo, que nuestro único propósito y deber es crecer y aprender a ser útiles
en la sociedad, y la verdad, es que estamos muy equivocados, la verdad, es que
también y principalmente debemos sernos útiles a nosotros mismos pero también a
la sociedad, por que como las hormigas debemos crecer en conjunto.
Específicamente, ese es el tema principal
de este cuento, el crecimiento ya sea en nosotros mismos, o como sociedad,
pero, representado en un hermoso jardín y los emisores del mensaje son un
caracol y un hermoso rosal, quienes crecen y andan por ahí, con sus propios
propósitos, uno de ellos siéndose útil a sí mismo y el otro viendo por el bien
de su sociedad. Al leer este pequeño cuento te das cuenta de dos cosas, una de
ellas es que tienes el derecho a crecer como lo deseas y la otra, es que tal
vez no lo aprovechas.
Yo, recomiendo este cuento a todo el
público y en especial a esas personas que desean cambiar y quererse a sí
mismos, ya que, en el hay demasiado
aprendizaje, pero solo a aquellas personas que sepan interpretarlo, es un gran
mensaje, una señal más que nada del deber del humano de cambiar para sí mismo y
para que el mundo lo vea y diga wow, la vida, es tan rara, y no sabemos de
dónde venimos o a donde vamos pero, sentimos, y todos sabemos que necesitamos
más que servir y ser útiles para los demás, llega un momento en la vida en que
debemos ser egoístas y decir: hare esto porque de verdad quiero hacerlo, y me
amare y amare a los demás y creceré por mi futuro y el de la sociedad. Este
cuento me enseñó a valorarme a mí, al mundo y al esfuerzo de las personas por
crecer, además, es un lindo cuento para los niños.
Nereida Castellanos
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