Alicia en el País de las Maravillas
La historia comienza con Alicia sentada bajo
un árbol, escuchando leer a su hermana. De repente, en medio de tanto
aburrimiento, la niña se ve sorprendida
por un conejo blanco vestido, que, mientras corre, grita que llega tarde. Ella
decide seguirlo hasta su madriguera. Allí es cuando la pequeña cae por un pozo
que parece no tener fin, y que la lleva a un maravilloso universo caracterizado
por lo irreal.
Así
comienzan las aventuras de Alicia, la niña curiosa que de ahí en más, se va
cruzando con disparatados personajes y protagoniza las más increíbles
experiencias. Se agranda y achica en varias ocasiones al consumir productos que
le dicen “cómeme” o “bébeme”; nada en un mar de lágrimas; corre una carrera que
gira en círculos; dialoga con una oruga azul sobre cuestiones filosóficas; toma la merienda con una liebre,
un lirón y el sombrerero loco; y hasta juega al croquet con la Reina de
corazones, usando erizos como bolas y flamencos como palos. Por la complejidad del relato y su
simbolismo, serán muy distintas entre sí las interpretaciones del texto entre un
niño y un adulto. El adulto percibirá la educación inglesa y los temas políticos de la época, es decir,
las referencias al contexto de la obra. Quizás encontrará semejanzas entre los
animales humanizados del libro y los ingleses. Y podrá descubrir en la Reina de
Corazones, la representación del absolutismo monárquico. Por otro lado, el niño
se topará con un mundo de fantasía en donde todo puede hacerse realidad.
Probablemente no podrá entender el contenido que requiera un nivel de
pensamiento más complejo, pero sí experimentará
una forma distinta de razonar y ésta le ayudará a ver las mismas
situaciones desde distintos puntos de vista.
Lejos
de la línea de los cuentos de hadas, Alicia en el país de las maravillas sigue
fascinando a cada lector que se acerca a él. Su lenguaje fluido, los diálogos
rápidos, las palabras con sentido mágico, los escenarios que varían todo el
tiempo y los personajes insólitos, hacen de ésta una historia imperdible, para
todas las edades.
Vale
la pena dejarse llevar por el mágico “sin sentido” y sorprenderse con las
formas y el contenido del país de las maravillas.
Personalmente recomiendo este cuento por que deja una enseñanza muy bonita que es que si dejamos que nuestra imaginación vuele, podemos crear cosas fantásticas y crear un mundo en nuestras mentes, olvidarnos por un momento de los problemas que tenemos y sacar ese niño que llevamos dentro no importa la edad que tengas.
-Vianey Correa Rojas
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